Páginas

domingo, 12 de febrero de 2012

Mi princesa de la boca de fresa...

Yo te sabía dentro de mí pero no te veía, te soñaba pero no te veía, te intuía pero no te veía.
Cuando te escuché llorar en ese hospital frío y desangelado supe lo que era el amor, no puedo describir esa sensación hija mía, ese amor que creía que iba a explotarme por dentro. Tú sólo te sentirás igual cuando te pongan una mano pequeñita  sobre tu cuerpo y te digan "ámala porque es tu hija...".
Contigo hemos aprendido a saber cómo es el amor desinteresado, hemos aprendido que los padres también erramos, que eres distinta a nosotros, que te tienes que equivocar y que te harán sufrir y que nosotros sólo seremos meros espectadores en esa aventura que es tu vida.
Cuando seas madre aprenderás que lo más duro es ver cómo sufren tus hijos y no puedes hacer más que convertirte en unos brazos gigantes para abrazar muy fuerte y unos labios enormes para besar todas las heridas.
Cuando miro atrás y te recuerdo pequeñita y mirándome como si yo fuera el centro del Universo, igual que ahora mira tu hermano, me veo equivocada, me doy cuenta de los errores que cometí y de todas las veces que debí abrazarte y no lo hice. A los padres nos atosigan con la obligación de educaros y nos aterroriza la idea de saber que esa pequeña vida depende de nosotros, que lo que sea de ella será por nuestra culpa,... así que tenemos constantemente que marcaros el camino y no siempre encontramos la manera correcta de enseñaros, sobre todo porque la vida que nos ha tocado no nos deja "escuchar nuestro interior", así que hacemos lo que creemos mejor.
Pero hoy, 15 años después de esa mañana cálida en esa fría sala en que te vi por primera vez, te quiero decir que me siento orgullosa nosotros, de los tres,  y de lo que juntos hemos construído. Quiero decirte que mi mejor collar es cuando tus brazos me abrazan y que si en plena adolescencia tienes un corazón tan grande como para pedirme "TE QUIERO"  o "PERDONA", entonces hija mía es que algo hemos hecho bien tu padre y yo y que siempre, estés donde estés, tengas la edad que tengas y pase lo que pase siempre SERÁS NUESTRA PRINCESA DE LA BOCA DE FRESA.

5 comentarios:

  1. Yo que conozco a la princesa, desde que estaba dentro de su mami, puedo decir, que lo habeis hecho muy bien, y gracias a eso, hoy tenemos a una mujer maravillosa.Os quiero a las dos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. niña muchas gracias, éso es una amiga. Nosotras también te queremos.

      Eliminar